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“Volveremos a tener premios nobeles, y seguiremos impulsando a los argentinos y argentinas a destacarse en el mundo a partir de haber nacido y crecido en la educación pública”

Nuestra visión para el futuro de la educación argentina se basa en un compromiso inquebrantable con el fortalecimiento de la educación pública en Argentina. Creemos que una educación de calidad es el cimiento sobre el cual construir un futuro próspero y equitativo para todas y todos los argentinos. En este sentido, nuestra propuesta abarca diversos aspectos claves para transformar el sistema educativo y asegurar que cada estudiante tenga acceso a enseñanza de calidad.

Una de nuestras prioridades es la creación de más establecimientos educativos en todo el país, lo que permitirá ampliar el acceso a la educación y reducir las brechas educativas. Además, reconocemos la importancia de las herramientas tecnológicas en la educación y nos comprometemos a proporcionarle estos recursos a estudiantes y docentes para enriquecer el proceso de aprendizaje.

La regulación y el cumplimiento de los días de clase son fundamentales para garantizar una educación efectiva. Nos esforzaremos por establecer políticas que aseguren que los estudiantes asistan regularmente a la escuela y reciban la instrucción que merecen.

La Ley de Financiamiento Educativo será una piedra angular de nuestra estrategia para mejorar la educación en Argentina. Buscamos asignar recursos de manera más justa y eficiente para apoyar a las instituciones educativas y a los docentes.

Además, estamos comprometidos con la ampliación de la cobertura de nivel inicial, reconociendo la importancia de sentar las bases del aprendizaje desde temprana edad. También valoramos la educación universitaria como un motor clave para el desarrollo del país y nos esforzamos por fortalecer y ampliar las oportunidades de educación superior para todos los argentinos.

A modo de síntesis, nuestra visión para la educación en Argentina se centra en el fortalecimiento de la educación pública, la expansión de la infraestructura educativa, el acceso a herramientas tecnológicas, el cumplimiento de los días de clase, una Ley de Financiamiento Educativo sólida, la ampliación de la cobertura de nivel inicial y el apoyo a la educación universitaria. Estamos comprometidos a trabajar incansablemente para brindar una educación de calidad que empodere a las generaciones futuras y conduzca el futuro de  nuestro país.

“El futuro de una Nación se empieza a construir en sus aulas”

Como espacio asumimos un firme compromiso con el futuro de nuestras juventud y la calidad de la educación en el país. Nuestro plan se basa en principios sólidos y en propuestas ya presentadas en la Ley de Financiamiento Educativo. 

Primero y fundamental, buscamos garantizar 14 años de escolaridad obligatoria que incluya desde el nivel inicial hasta el secundario. Esta medida sienta las bases para un sistema educativo más completo y accesible. Además, nos esforzaremos por asegurar un ciclo lectivo anual mínimo de 190 días de clases en todos los establecimientos educativos, sin importar su ubicación o modalidad. Queremos que la educación sea una realidad constante y efectiva en todo el país.

En cuanto al nivel primario, nos comprometemos a que todos los estudiantes tengan un mínimo de 25 horas semanales de clase y que, al menos el 50%, pueda acceder a escuelas de jornada completa. Esta medida beneficiará especialmente a aquellos sectores sociales vulnerables y áreas geográficas desfavorecidas. Además, proponemos ampliar la jornada escolar del nivel secundario para que, al menos el 30% de la matrícula, tenga un mínimo de 6 horas de clase al día. Esto brindará a nuestros jóvenes más tiempo para aprender y desarrollarse.

La Argentina se ha caracterizado y es elogiada en el mundo por el capital humano que es, ni más ni menos, el resultado de la educación pública. La educación del futuro debe adaptarse a las demandas del mundo moderno. Por eso, incorporaremos Robótica y Programación como asignaturas obligatorias en el segundo ciclo del nivel secundario. Queremos preparar a nuestros estudiantes para los desafíos tecnológicos que enfrentarán. 

En nuestro compromiso por garantizar la igualdad de oportunidades, aumentaremos anualmente la inversión en becas y terminalidad de estudios. Priorizaremos a los sectores más desfavorecidos, para fortalecer el acceso, la permanencia, la promoción y el egreso de los estudiantes en los niveles secundario y superior no universitario. También, la Educación Técnico Profesional (ETP) es esencial para el desarrollo del país y la formación de nuestros jóvenes. Duplicaremos la matrícula y aumentaremos la inversión en este nivel, superando el piso mínimo de inversión del 0,2% de los ingresos corrientes.

Por último, reafirmamos nuestro compromiso con la Educación Sexual Integral (ESI) para todos los y las estudiantes de todos los niveles y modalidades, en instituciones de gestión estatal y privada, de acuerdo con los objetivos establecidos en la Ley N° 26.150.

“Más escuelas es más educación”

En nuestro compromiso inquebrantable con la educación, nos embarcamos en una misión para fortalecer y transformar nuestro sistema educativo. La Argentina ha de ser un país que brinda oportunidades educativas equitativas y de calidad a toda la ciudadanía, independientemente de su origen o ubicación.

Para eso proponemos la creación de unidades de desarrollo infantil, jardines maternales y jardines infantiles destinados a niños y niñas desde los 45 días hasta los 2 años. Este enfoque no solo alivia la carga de los padres, permitiéndoles trabajar y estudiar, sino que también sienta las bases para un desarrollo cognitivo y social temprano para nuestras infancias. Estos centros se establecerán prioritariamente en las comunidades más necesitadas, donde su impacto será más significativo.

Por otro lado, reconociendo la importancia de la educación técnica y profesional, duplicaremos la matrícula en escuelas secundarias técnicas. Este impulso no solo brindará a nuestros jóvenes habilidades prácticas y valiosas, sino que también promoverá la igualdad de género en campos históricamente dominados por un solo sexo. Así, no solo estaremos formando profesionales altamente calificados, sino también rompiendo barreras y prejuicios de género en el ámbito laboral.

Además, para abordar las cambiantes necesidades de nuestra sociedad y la economía, promoveremos la creación de nuevas universidades. Esto asegurará que tengamos instituciones de educación superior que se adapten y respondan de manera ágil a los desafíos emergentes.

Estas medidas no son solo un reflejo de nuestro compromiso con la educación, sino también una inversión en el futuro de Argentina. Según el Informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, cada año adicional de educación se traduce en un aumento del 10% en el ingreso individual. Además, las sociedades con una educación equitativa y de calidad son más propensas a experimentar un crecimiento económico sostenible y una mayor cohesión social.

“Conectando saberes e igualando para arriba”

En un mundo cada vez más digitalizado, la educación digital y la equidad en el acceso a la tecnología son fundamentales para preparar a nuestros estudiantes para los desafíos del siglo XXI. Por ello, estamos comprometidos a garantizar que ningún estudiante se quede atrás debido a la falta de acceso a la tecnología.

Una muestra de ello ha sido una política que hemos implementado a lo largo de muchos años, el Programa CONECTAR IGUALDAD. A través de este, nos comprometimos a proporcionar servicios de conectividad confiable y entregar dispositivos tecnológicos para uso pedagógico en todas las escuelas de gestión estatal en todo el país. Esto asegura que cada institución educativa tenga acceso a herramientas digitales esenciales para enriquecer el proceso de enseñanza y aprendizaje.

En el nivel secundario y en la educación especial, llevaremos la equidad en el acceso a la tecnología al siguiente nivel. Garantizamos la modalidad de distribución ‘uno a uno’ de dispositivos tecnológicos para estos estudiantes. Esto significa que cada estudiante tendrá su propio dispositivo personal para utilizar en su educación. Esta iniciativa asegura que todos los estudiantes, sin importar su origen o ubicación, tengan las herramientas necesarias para un aprendizaje efectivo y moderno.

Queremos sostener la entrega de notebooks a nuestros pibes. Queremos, además, que multipliquemos la llegada de jóvenes a la universidad con carreras más cortas, de dos años, con salida laboral, con programas como Argentina 4.0 nos permite preparar 70 mil programadores para venderle el trabajo de nuestros pibes al mundo.

La importancia de esta inversión en educación digital se ve respaldada por datos de la UNESCO, que destacan cómo el acceso a dispositivos y servicios de Internet puede mejorar significativamente el acceso a la educación y la calidad de la enseñanza. Además, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) señala que la igualdad de género en el acceso a la tecnología educativa es crucial para empoderar a las mujeres y las niñas en todo el mundo.

“Docentes y alumnos, a las aulas”

En nuestro firme compromiso con la educación de calidad en Argentina, nos enfocamos en dos pilares fundamentales. Además de cumplir con los CIENTO NOVENTA (190) días de clase en todos los niveles educativos, conforme a la ley vigente, aspiramos a fomentar la innovación en el aula mediante dispositivos institucionales revolucionarios. 

Más allá de ser un requisito legal, consideramos que los CIENTO NOVENTA (190) días de clase son esenciales para brindar a nuestros estudiantes una educación continua y coherente. Esto garantiza que no se vean interrumpidos en su proceso de aprendizaje, independientemente de su ubicación geográfica o modalidad educativa. Aspiramos a construir una sólida base de conocimientos y habilidades para preparar a nuestros jóvenes para los retos del futuro.

No obstante, nuestra visión abarca mucho más que el simple cumplimiento de los días de clase. Buscamos transformar la experiencia educativa en Argentina, promoviendo la innovación y la colaboración en el aula a través de dispositivos institucionales diseñados para involucrar activamente a estudiantes y docentes en todas las horas efectivas de enseñanza.

Visualizamos un entorno educativo en el que los estudiantes sean los actores principales de su propio proceso de aprendizaje. Nuestra meta es estimular la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico, y creemos firmemente que la participación activa de los estudiantes es fundamental para lograrlo. Reconocemos también la importancia de respaldar a nuestros docentes en esta labor, proporcionándoles los recursos y la formación necesarios para ofrecer una educación de alta calidad.

Esta visión se alinea con la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura de promover un enfoque centrado en el estudiante y una pedagogía activa. Involucrar a los estudiantes en la toma de decisiones sobre su educación y fomentar su participación activa en el aula son enfoques efectivos para mejorar la calidad de la educación.

“Para que nunca más vuelvan a desfinanciar a la educación”

En el marco de estas propuestas identificamos la importancia vital de incrementar la inversión pública en el sistema educativo. Actualmente, destinamos el 6% de nuestros recursos al sector educativo. Sin embargo, tenemos la decidida intención de aumentar este porcentaje al menos al 8% del Producto Bruto Interno (PBI) para el año 2030.Esta progresiva inversión en educación será una prioridad de nuestro gobierno. 

Consideramos fundamental asignar recursos significativos a la educación, ya que constituye el cimiento sobre el cual se erigen todas las demás oportunidades y el desarrollo en la sociedad. A medida que ampliemos la inversión en educación, nos aseguraremos de que estos fondos sean distribuidos de manera estratégica para satisfacer las necesidades de todos los niveles educativos.

Nuestra propuesta contempla destinar el 6.5% del PBI para cubrir la educación de los niños desde CUARENTA Y CINCO (45) días hasta los TRES (3) años, la educación obligatoria y los institutos de educación superior. Reconocemos la trascendencia de la primera infancia y la educación obligatoria en la formación de nuestros estudiantes, por lo que destinamos recursos adecuados para garantizar que todas las infancias y juventudes tengan acceso a una educación de calidad.

Adicionalmente, reafirmamos nuestro compromiso con la educación universitaria, asignando el UNO Y MEDIO POR CIENTO (1,5%) del PBI a las instituciones de educación superior. Valoramos la educación superior como un pilar fundamental para el desarrollo de habilidades avanzadas y conocimientos que impulsarán la innovación y la competitividad de nuestra nación.

Esta inversión en educación no solo es un deber, sino también una apuesta al futuro de Argentina. Nos comprometemos a respaldar estas acciones concretas que permitirán a nuestros estudiantes alcanzar su máximo potencial y contribuir al crecimiento y la prosperidad de nuestra sociedad.  

“Educar desde la cuna: Igualdad de oportunidades para todos”

Desde el inicio de nuestra visión para la educación en Argentina, ponemos un énfasis especial en los primeros años de vida. Nuestra meta es lograr la inclusión del CIEN POR CIENTO (100%) de la población de CUATRO (4) y CINCO (5) años en el nivel inicial. Además, nos comprometemos a trabajar para alcanzar la universalización de la educación para los niños y las niñas de TRES (3) años, con un enfoque prioritario en los sectores sociales más desfavorecidos.

En nuestro enfoque, consideramos que la educación maternal es una parte esencial de la educación obligatoria y superior no universitaria. Para nosotros, la educación debe ser un derecho desde el principio de la vida hasta el final de la etapa educativa. Nos comprometemos a garantizar que toda la ciudadanía tenga acceso a una educación de calidad en cada etapa de su desarrollo.

La inversión en la educación maternal es una estrategia respaldada por la evidencia y contribuye significativamente en la reducción de las desigualdades educativas, a la vez que promueve un futuro más equitativo para todos y todas.

“La Universidad ha de ser pública y gratuita, es un derecho que no podemos perder”

Nuestro espacio tiene la firme determinación por afianzar el acceso, la permanencia y la terminalidad de todos los estudiantes en todos los niveles educativos. Para lograr este objetivo, nos enfocaremos en el desarrollo y consolidación de modalidades de enseñanza aprendizaje diversas, que incluyen tanto la presencialidad como la virtualidad, así como en enfoques híbridos y más innovadores. Esto se llevará a cabo mediante un aumento significativo de recursos destinados a la tecnología digital y a la formación docente, asegurando que nuestros educadores estén plenamente capacitados para afrontar los desafíos educativos del siglo XXI.

Avanzaremos en la ampliación de la oferta de carreras universitarias y preuniversitarias, con el propósito de satisfacer las necesidades estratégicas de nuestro país, abordando las áreas donde falta oferta educativa. Además, nos aseguraremos de que la duración real de las carreras universitarias refleje de manera precisa las horas de estudio requeridas, reconociendo el perfil real de los ingresantes y evitando una carga académica excesiva.

En el ámbito de la investigación, impulsaremos el Programa Nacional de Investigador Universitario para fomentar el desarrollo de conocimientos en nuestras universidades. Nos comprometemos a que la infraestructura y el mantenimiento edilicio estén a la altura de la creciente matrícula estudiantil, proporcionando un entorno propicio para el aprendizaje y la investigación.

Por último, reconociendo la importancia de apoyar a los estudiantes en su camino académico, aumentaremos anualmente la inversión en el Programa de Becas Estratégicas Manuel Belgrano y las becas de estudio PROGRESAR para el nivel universitario. Estas becas estarán dirigidas especialmente a los sectores sociales más desfavorecidos, con el objetivo de fortalecer su acceso a la educación superior, su permanencia en las instituciones educativas y su éxito académico. De esta manera, buscamos brindar igualdad de oportunidades a todos los jóvenes argentinos, sin importar su origen socioeconómico.

Implementaremos un plan de alfabetización para que, de primero a tercer grado, nuestras infancias puedan leer y comprender. En segundo lugar, entre cuarto y quinto año, serán materias obligatorias: Matemática, Programación y Robótica. En tercer lugar, duplicaremos la construcción de escuelas técnicas para darle salida laboral a nuestra juventud apenas terminen la escolaridad.